LA IMPORTANCIA DE LA ALIMENTACIÓN
PARA UN BUEN DESARROLLO DEL LENGUAJE
PARA UN BUEN DESARROLLO DEL LENGUAJE
Actualmente, no nos llama la atención ver niños/as comer alimentos triturados a los 2 y 3 años de edad. El lema de muchos padres es "que el niño/a esté alimentado, lo demás ya llegará...". Pero en este lema hay un fallo, y es que toda la musculatura oro-facial que usamos para comer es la misma que usamos para hablar.
Por tanto, si un niño/a empieza a comer alimentos sólidos desde los doce meses aproximadamente, los músculos de su boca se desarrollaran fuertes y será más factible tanto la masticación como el habla.
En cuanto a alimentos sólidos desde los doce meses, aclarar que nos referimos a alimentos cortados y suaves, como verduras cocidas, fruta, pan... Aunque no tengan aún los dientes, los bebés usan las encías y la lengua para triturar los alimentos. Es importante que el niño/a se siente también a la mesa cuando comen los adultos, y así aprenderán por imitación cómo comer al ver a los demás.
Hay que tener en cuenta, el tamaño de los alimentos que les damos a nuestros hijos/as, deben ser de tamaño superior al tamaño de su puño, para que no se lo puedan tragar entero.
Debemos acostumbrarlos a que se familiaricen con una gran variedad de alimentos. Y no es necesario que coma con cubiertos, pueden y deben comer con las manos para conocer las texturas de los alimentos, aunque se manchen comiendo.
Lo más importante de todo es que siempre que el niño esté comiendo, aunque lo haga solo, debe haber un adulto vigilando, podemos evitar que haya un atragantamiento.
Con esto, ayudamos a los niños/as a fortalecer los órganos orofaciales, y así comenzar a desarrollar el lenguaje de forma amenizada y sin esfuerzo, ya que favorecemos que la lengua adquiera una movilidad total, que facilitará la articulación de los fonemas posteriormente.
Recordad...
¡¡¡El lenguaje y la alimentación guardan muchísima relación!!!
Ángela Sánchez
Colegiado nº29/1769
Si necesita más información no dude en contactar con nosotros.
Por tanto, si un niño/a empieza a comer alimentos sólidos desde los doce meses aproximadamente, los músculos de su boca se desarrollaran fuertes y será más factible tanto la masticación como el habla.
En cuanto a alimentos sólidos desde los doce meses, aclarar que nos referimos a alimentos cortados y suaves, como verduras cocidas, fruta, pan... Aunque no tengan aún los dientes, los bebés usan las encías y la lengua para triturar los alimentos. Es importante que el niño/a se siente también a la mesa cuando comen los adultos, y así aprenderán por imitación cómo comer al ver a los demás.
Hay que tener en cuenta, el tamaño de los alimentos que les damos a nuestros hijos/as, deben ser de tamaño superior al tamaño de su puño, para que no se lo puedan tragar entero.
Debemos acostumbrarlos a que se familiaricen con una gran variedad de alimentos. Y no es necesario que coma con cubiertos, pueden y deben comer con las manos para conocer las texturas de los alimentos, aunque se manchen comiendo.
Lo más importante de todo es que siempre que el niño esté comiendo, aunque lo haga solo, debe haber un adulto vigilando, podemos evitar que haya un atragantamiento.
Con esto, ayudamos a los niños/as a fortalecer los órganos orofaciales, y así comenzar a desarrollar el lenguaje de forma amenizada y sin esfuerzo, ya que favorecemos que la lengua adquiera una movilidad total, que facilitará la articulación de los fonemas posteriormente.
Recordad...
¡¡¡El lenguaje y la alimentación guardan muchísima relación!!!
Ángela Sánchez
Colegiado nº29/1769
Si necesita más información no dude en contactar con nosotros.
Comparte esta entrada del blog: